Descripción:
Entre más sencillo sea el zapato, más fácil será combinarlo con diversas prendas. Clasificación: Profesional, casual profesional, casual.
Entre más sencillo sea el zapato, más fácil será combinarlo con diversas prendas. Clasificación: Profesional, casual profesional, casual.
Los zapatos son el artículo más funcional en el guardarropa de cualquier hombre, y se consideran un indicador preciso de su sentido de estilo y posición social.
El estilo total y peso de tus zapatos deben armonizar con la ropa que usas. Por ejemplo, los mocasines italianos finos y ligeros funcionan bien con la elegancia de los trajes europeos muy ajustados, pero se ven demasiado ligeros cuando se usan con los trajes de estilo americano cuadrados y rectos. Estos requieren unos Oxford acordonados, lisos o de punta recta.
Los zapatos siempre deben ser cómodos y esto significa desde el primer momento en que te los pones. Algunos hombres creen que los zapatos se tienen que amoldar. Esto quizá fue cierto hace un siglo, pero hoy en día existen tantos estilos, tamaños y marcas de donde escoger que éste ya no es el caso. Ten en cuenta que entre más suave la piel, más se estirará, así que se recomienda que estén un poco ajustados (los zapatos, como los mocasines, pueden estirarse hasta media talla). Sin embargo, no deben lastimar. Si los zapatos te lastiman al probártelos, déjalos y busca otro par. Una vez que esté puesto el zapato, debes poder mover los dedos de los pies sin sentir la parte superior interna del zapato, y tu talón debe quedar cómodamente.
El color más versátil para zapatos formales es el negro porque combina con trajes color negro, marengo y azul marino. Los zapatos cafés sólo se deben usar con trajes cafés o de tonos terrosos, mientras que el rojizo oscuro se puede usar con trajes color marengo azul marino o gris. Evita los zapatos formales en azul marino, gris o cualquier color que esté a la moda.
Debes tener al menos tres pares de zapatos formales y varios casuales. Esto te dará la posibilidad de rotar tus zapatos formales y dejarlos descansar. Esto hace una gran diferencia en cuánto durarán; la piel absorbe humedad y un día de descanso dejará que se sequen y regresen a su forma original. Si usas los mismos zapatos día tras día, se junta el sudor y se pudre el zapato de adentro hacia afuera. Las hormas pueden aumentar la vida de tus zapatos hasta por dos años. No sólo ayudan durante el proceso de secado, sino también mantienen la forma correcta del zapato. Los zapatos de piel requieren bolearse regularmente y si también se enceran serán más resistentes a daños provocados por el agua. Debes estar al pendiente de señales de uso y desgaste, y llevar a arreglar los zapatos antes de que el problema se vuelva urgente.